Lugo, 12 de julio.- Representantes del PSdeG y del BNG se han reunido hoy por primera vez desde las elecciones locales del pasado 26 de mayo, al menos formalmente, para tratar de cerrar un acuerdo que permita la constitución de un gobierno de coalición, con mayoría absoluta en el pleno, en la Diputación de Lugo.

En este caso, solo la suma de ambos partidos, que en total cuentan con trece diputados provinciales -tres del BNG y diez del PSdeG, puede evitar que el PP se haga con el gobierno de la institución, habida cuenta de que este partido cuenta con doce representantes en la corporación.

A la espera de que se concreten las negociaciones entre ambos partidos de cara al pleno de constitución de la corporación provincial, que tendrá lugar el próximo jueves -18 de julio-, el BNG ha aclarado ya que “la Diputación de Lugo no será ninguna excepción al criterio político marcado por la formación nacionalista tanto antes como después de los comicios”.

Ese criterio pasa por “facilitar gobiernos alternativos a la derecha en todas las instituciones en las que el resultado de las urnas lo haga posible”.

“Ni por activa ni por pasiva el Bloque permitirá que gobierne el Partido Popular en ningún ayuntamiento o diputación provincial cuando exista una opción alternativa, siempre en clave de país y de progreso”, aclaró el partido nacionalista, de modo que el apoyo a la investidura del socialista José Tomé parece asegurado.

Fuentes del partido indicaron que el propio Tomé está participando en la reunión que se está celebrando en la Diputación de Lugo, un encuentro para empezar a perfilar el futuro gobierno de la institución provincial, que podría ser de coalición o, en último caso, del Partido Socialista en solitario con apoyos puntuales por parte del BNG.

En el pasado mandato, el bipartito entre socialistas y nacionalistas quedó roto en junio de 2016, tras pactar el PSdeG la aprobación de los presupuestos provinciales con el grupo provincial del PP.