La Consellería de Cultura e Turismo ha iniciado las obras de restauración del cubo XXI de la Muralla de Lugo, declarada Patrimonio de la Humanidad, unos trabajos que también permitirán la documentación de la escalera interior de acceso, así como su consolidación, aunque no quedará expuesta al público.

El inicio de las obras fue supervisado hoy por el delegado territorial de la Xunta de Galicia en Lugo, José Manuel Balseiro, acompañado por miembros de la corporación municipal y el arqueólogo encargado de los trabajos, Celso Rodríguez Cao.

El cubo XXXI de la Muralla de Lugo está ubicado en las inmediaciones de la Rúa Clérigos, muy cerca de la Plaza de Pío XII, el punto de la ciudad en el que convergen los tres monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad: la propia muralla, la catedral del siglo XII y el Camino Primitivo a Santiago.

Las obras tienen un plazo de ejecución de dos meses y la inversión por parte de la Xunta de Galicia asciende a 142.000 euros.

Esta intervención se hizo necesaria, precisó el delegado territorial, como consecuencia de las filtraciones detectadas en el cubo y la acumulación de agua en los muros interiores del mismo, lo que comprometía su estructura.

Para realizar estos trabajos se realizará una excavación manual hasta la cota original romana y se impermeabilizará toda la estructura.

Además, se harán catas arqueollógicas para definir el trazado original del cubo romano y se documentará la escalera exhumada, con un levantamiento topográfico y fotogametría en 3D.

Balseiro recordó que la Xunta de Galicia ha invertido en la última década 5 millones de euros en la conservación de la Muralla de Lugo y, en estos momentos, se están aplicando en los paramentos tratamientos con aceites esenciales para eliminar de forma natural la vegetación.

Recientemente, terminaron las obras de rehabilitación del cubo VII, a la altura de la puerta del Bispo Odoario, en la que se gastaron 273.400 euros.