Lugo recuperó el esplendor de la celebración del Corpus con la solemne Eucaristía que se celebró al aire libre, en la Praza de Santa María, oficiada por el obispo de la Diócesis, monseñor Alfonso Carrasco Rouco.

En Lugo, “La Ciudad del Sacramento”, esta celebración adquiere especial relevancia por la permanente exposición del Santísimo en el altar mayor de su catedral, de día y de noche, y por contar con el privilegio de la Indulgencia Plenaria, Cotidiana y Perpetua.

Acompañaron la celebración un grupo de cantores del Orfeón Lucense y de la coral Hospital de Lugo. Después de la misa, el grupo “Os Xílgaros de Lugo” ofreció un repertorio de danzas tradicionales.

Homilía

En su homilía, el obispo de Lugo comenzó recordando, precisamente, que en la ciudad de Lugo gozamos del privilegio de la presencia del Santísimo Sacramento en el Altar Mayor de nuestra catedral.

“Nuestra ciudad se honra desde muy antiguo con el privilegio de la Eucaristía, que responde a una fe, que puso al Santísimo en el centro del Alta Mayor de su catedral. Es poner en el centro de las miradas, en el centro de la devoción, aquello en lo que confiamos y creemos. El Santísimo es el sacramento de la presencia del Jesús, de su muerte y su resurrección”, subrayó el prelado.

Como novedad este año, se invitó a los fieles de Lugo a realizar una ofrenda floral al Santísimo Sacramento. La pretensión era rodear el exterior de la catedral con flores, concretamente desde la puerta de la sacristía hasta la fachada principal.