El gobierno local de Lugo ha anunciado este lunes el inicio del proceso para licitar las Caldas do Miño, los baños de agua caliente que el Ayuntamiento pretende construir a orillas del río a su paso por la ciudad, con el objetivo de ganar “un nuevo recurso cultural, de recreo y turístico”.

La junta de gobierno local autorizará esta semana la apertura del proceso de licitación de las obras, con una inversión de 923.621 euros y un plazo de ejecución de doce meses.

El gobierno de la ciudad explicó a los medios de comunicación que las instalaciones “seguirán los máximos parámetros de eficiencia energética, contarán con seis vasos, cuatro de agua caliente y dos de fría”, además de vestuarios.

Cada uno de los vasos tendrá aforo para medio centenar de personas “en uso simultáneo”.

En cuanto al diseño, que ha buscado el “mínimo impacto visual y ambiental”, se inspira en los baños públicos romanos, aunque también hace un guiño “a la historia lucense”, concretamente a las termas romanas de la ciudad.

Estas instalaciones no tienen, en todo caso, un fin sociosanitario, dado que las Caldas no serán de aguas mineromedicinales, sino que se abastecerán de la traída municipal, con el correspondiente tratamiento térmico para que estén siempre a una temperatura adecuada.

Este nuevo equipamiento público ocupará unos 400 metros cuadrados, dentro de una parcela de 84.000 metros cuadrados, la lado del Pazo de Feiras y a la altura del Club Fluvial, pero en la otra orilla del Miño.

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“Las caldas serán un gran revulsivo vinculado a nuestro legado, dado que están inspiradas en los baños públicos romanos”, precisa el Ayuntamiento de Lugo.