Lugo, 11 de febrero.- Los sindicatos policiales representativos en la provincia de Lugo han expresado hoy “su malestar” e “indignación” ante el “borrador de Concurso General de Méritos 2019 que maneja la Dirección General de la Policía”, porque “un año más” los lucenses “son dejados de la mano de Dios por las instituciones políticas”.

En rueda de prensa, los representantes de la Unión Federal de Policía (UFP), el Sindicato Unificado de Policía (SUP), Confederación Española de Policía (CEP) y Sindicato Profesional de Policía (SPP) recordaron que Lugo es la “única ciudad de Galicia que se ve abandonada por la Dirección General de la Policía y el Ministerio del Interior”, dado que no se le asigna ninguna de las 133 plazas que se crearán en la comunidad autónoma.

“Es una vergüenza que año tras año se desprecie a esta ciudad”, subrayan los sindicatos policiales, que escogieron la sede de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos de Lugo para comparecer ante los medios de comunicación, porque cuentan “con total apoyo” de este colectivo en sus reivindicaciones.

Jorge Varela, del SUP, precisó que en la actualidad existe en Lugo un “déficit importante” en la plantilla del Cuerpo Nacional de Policía, porque solo hay 187 agentes, cuando el catálogo establece una plantilla de 230 efectivos.

“Faltan entre 19 y 20 policías solo de la escala básica”, precisó, por lo que sería necesaria la incorporación en esta convocatoria, “como mínimo”, de “diez agentes” para cubrir las plazas vacantes por “bajas y jubilaciones” .

Por otra parte, subrayó la necesidad de actualizar el propio catálogo de plazas, dado que el actual viene de los “años 80” y la ciudad ha crecido mucho, eso sin olvidar que, en este momento, la ciudad tiene a varios de sus equipos -como el Club Deportivo Lugo o el Breogán- compitiendo en categorías de élite.

A su juicio, en la actualidad, el catálogo de efectivos tendría que llegar “como mínimo” a los 300 agentes en una ciudad que se aproxima a los 100.000 habitantes.

Esa carencia de efectivos se traduce, según los sindicatos, en una mayor sensación de “inseguridad”, como lo demuestra la profileración de “robos” o incluso del “tráfico de drogas” a pequeña escala.