Las obras de demolición del viejo Hospital Xeral y de todos los edificios anexos que integraban el complejo sanitario, salvo la sede administrativa -que será transformada en la nueva oficina de empleo de Lugo- y el Materno-Infantil -un inmueble catalogada que está siendo reformado para transformarlo en el primer Centro Integral de Saúde de Galicia-, han entrado en su fase final.

Según ha informado la propia Xunta de Galicia, las obras de demolición de la antigua lavandería del complejo sanitario podrían finalizar esta misma semana, una vez que las máquinas han demolido ya el edificio anexo, el correspondiente a la central térmica del viejo Xeral.

Aún así, una vez que terminen esos trabajos, quedan actuaciones pendientes para liberar esos espacios, como la retirada de los escombros y restos de los dos edificios derribados, la demolición de las zapatas y de las cimentaciones o la retirada de los cuatro depósitos de gasóleo que abastecían a la central térmica.

De las obras se está ocupando la empresa pública Tragsa, por encargo de la Xunta de Galicia, y cuentan con un presupuesto de 300.000 euros.

La demolición del pabellón central del viejo Hospital Xeral costó 3,2 millones de euros.