Un peatón resultó herido y tuvo que recibir asistencia en un centro médico de Lugo como consecuencia de la colisión de un coche contra los bolardos que protegen la acera en la Rolda da Muralla, conducido de forma temeraria por un joven de 27 años que se dio a la fuga.

Según la información facilitada por la Policía Local, la sala operativa del 092 recibió la llamada de un particular el pasado 16 de abril, sobre las 23:00 horas, para informar de que un conductor estaba realizando maniobras temerarias en la vía pública con su coche, entre las calles Emilia Pardo Bazán, Ramón Montenegro, Rúa Chamoso y la Rolda das Fontiñas.

La persona que llamó a la Policía informó de que el conductor hizo al menos dos “trompos” en plena calle, además de circular a gran velocidad, por lo que, al temer por su integridad física, les pidió a su hijo y a su mujer que se refugiasen en un portal.

Poco tiempo después, escuchó un fuerte ruido y, al acercarse a la Rolda da Muralla, vio que había varios bolardos “salvapeatones” esparcidos por la calle, como consecuencia de la colisión del turismo contra esos elementos de protección.

Un grupo de personas que vio lo sucedido, anotó la matrícula del vehículo, que se dio a la fuga.

Un peatón herido

Al llegar al lugar las patrullas del Grupo Operativo Nocturno de la Policía Local, se encontraron a un peatón en la acera que había resultado herido a causa del accidente y que se libró de lesiones de más gravedad porque “saltó instintivamente hacia la zona ajardinada” que rodea la Muralla de Lugo para evitar ser “aplastado por el vehículo”.

El herido, que presentaba lesiones en un pie, fue trasladado a un centro médico.

Poco tiempo después, los agentes localizaron el vehículo causante de los daños estacionado en la Rúa Montero Ríos. El coche fue retirado por la grúa al Depósito Municipal, donde ha quedado inmovilizado.

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El coche era de su madre

Posteriormente, los policías se presentaron en casa de la propietaria del vehículo, que resultó ser la madre del conductor, un joven de 27 años de edad que se presentó a las pocas horas en la Xefatura de la Policía Local.

Dijo que se había quedado dormido y que se ausentó del lugar del accidente porque pensó que no había provocado daño alguno y por temor a ser sancionado por haberse saltado el toque de queda.

Tras revisar las imágenes de las cámaras de tráfico, el equipo de Atestados instruye diligencias por un delito contra la seguridad vial, por conducir de forma “manifiestamente temeraria, poniendo en peligro la vida o la integridad de las personas”.