Entrando en la sala de prensa habilitada para seguir la noche electoral en la sede del PP salta a la vista que no es como otra noche cualquiera. Si se hace una comparación entre la instantánea de hoy y hace cuatro años, las evidencias son muy evidentes. La pandemia del coronavirus ha modificado la manera de realizar la campaña y las propias elecciones.

El seguimiento de los periodistas la noche electoral de las elecciones gallegas está siendo atípico. Las mascarillas están siendo protagonistas entre los profesionales de la comunicación que se encuentran haciendo seguimiento del minuto a minuto del escrutinio y las reacciones en una jornada que dista de la que se ha vivido en otras ocasiones. La separación se torna evidente en las mesas dispuestas para los profesionales y las distancias saltan a la vista.

Tampoco está como se conocía el catering para periodistas, que en muchos casos se ha ido sustituyendo por el servicio a demanda en mucho casos. Es una de las medidas para preservar la seguridad de los periodistas que se encuentran en los diferentes locales que han dispuesto para el seguimiento de los resultado. Tras las comparecencias, fuera de cámara, también todo el mundo se puede ver con la mascarilla. Algo que ya es habitual en cualquier situación.

Una medidas similares a los centros de votación. En el caso de los colegios electorales, las medidas de protección también han sido la tónica habitual, siendo obligatorio el uso de mascarilla, y con la desinfección de manos a la entrada de los recintos electorales. Como hemos contado en vídeo en COPE esta misma mañana, también se contaba con una persona específica para verificar el cumplimiento de las normas de seguridad frente al coronaviurs.