La consellería de Infraestructuras de la Xunta de Galicia se ha puesto manos a la obra para solucionar el vertido que este fin de semana llenó de purín el río Tambre y también para evitar que las lluvias previstas para estos días generen un episodio similar en la granja foco del problema.

Se han instalado zanjas de contención de 150 metros lineales para evitar que lleguen al cauce fluvial posibles filtraciones de purín. Son estructuras de alpaca y sepiolita que absorberían la contaminación en caso de volver a producirse.

Además se han puesto balsas de retención en el regato de Portaferreiros con las que se está retirando el material sólido que llegó el fin de semana procedente de la granja.

Aguas de Galicia ha desplazado a la zona un equipo de 20 personas con retroexcavadoras que trabajan en colaboración con el personal del ayuntamiento de Trazo.

Análisis el agua para comprobar la evolución

Paralelamente los técnicos están analizando la calidad del agua y los datos son esperanzadores. Ha aumentado el nivel de oxígeno y la conductividad del agua, lo que hace prever que pronto quede solucionado el problema de contaminación.

La conselleira de Infraestructuras, Ethel Vázquez, se reunió la tarde del lunes con los respresentantes de los municipios afectados por la contaminación fecal. Estas últimas horas algunos mostraron su preocupación por la posibilidad de que las trombas de agua que se anunciaban hiciesen repetir las filtraciones de purín al río Tambre.

La contaminación obligó a interrumpir el sábado la captación de agua a la potabilizadora que da servicio a Santiago de Compostela, Ames y Brión, pero en ningún momento se tuvo que interrumpir el suministro.

Sí se produjeron algunos episodios de turbidez una vez se reinició la actividad de la potabilizadora.

Mientras tanto, continúa la investigación para intentar aclarar el motivo por el que el purín acabó en el cauce del río.