Los vecinos de Vista Alegre aseguran que, después de cuatro años con el barrio en obras a causa de los sucesivos retrasos, la situación sigue siendo caótica: sin regulación de tráfico, con el cableado al descubierto en fachadas y nuevos contenedores que siguen sin poder utilizar. Barandillas recién colocadas están ya oxidadas... otro de los ejemplos que ponía el nuevo presidente de la Asociación de Vecinos, David Ríos, de la falta de seguimiento de los trabajos realizados. Lamentó que en todo el mandato, el alcalde haya visitado el barrio en solo dos ocasiones: "está más preocupado por Cataluña o la Xunta que por Compostela", asegura.