Está a punto de cumplirse una semana desde el hundimiento del cerquero "Sempre Güeto" en el que fallecieron dos de sus 10 tripulantes. Fue el pasado 17 de junio cuando este pesquero, de 22 metros de esolra y que regresaba al puerto de Portosín (A Coruña) tras finalizar la campaña de la costera del bocarte en el Cantábrico, se hundía a dos millas al noroeste de Punta Candieira, en la costa coruñesa de Cedeira, por causas que aún se desconocen.

Un golpe de mar, junto con la entrada de agua en su interior o el posible corrimiento del aparejo que pudiera llevar en cubierta podrían estar detrás de la tragedia, aunque habrá que comprobar si, como parece, el "Sempre Güeto" no llevaba carga de pescado en sus bodegas ya que había sido subastado en la lonja de Avilés (Asturias) antes de zarpar de madrugada hacia Portosín.

Algo que deberán determinar los expertos de la Comisión Permanente de Accidentes e Incidentes Marítimos, dependiente del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, encargados de analizar por qué el buque se fue a pique en cuestión de segundos, como atestiguan los que vivieron aquellos momentos.

Tarea de investigación que se va a ver facilitada con el reflotamiento que este miércoles se ha producido del pesquero en los muelles del Puerto Exterior de Ferrol, a donde llegaba este pasado sábado remolcado por varias embarcaciones de Salvamento Marítimo que tuvieron que hacer frente a adversas condiciones meteorológicas y a unas corrientes que, en un par de días, arrastraron el buque hasta 7 millas de donde se hundió, quedando con la quilla al aire.

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En la tarde de ayer se procedió a dar remolque a Puerto exterior de Ferrol al cerquero Sempre Güeto. En las labores participaron SAR Gavia, Salvamar Betelgeuse de @salvamentogob y L/S Condesa Pardo Bazán de @BaseSalvamento. pic.twitter.com/oaivrogkwk

— NoticiasCoruña ?? (@tuitcoruna) June 20, 2021

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El cerquero permanecía atracado en el espigón de abrigo del puerto exterior de Ferrol, en la zona de Caneliñas desde primera hora de la noche del pasado sábado y ha sido allí donde se ha procedido a su reflotamiento, para lo que ha utilizado dos grandes grúas, una en la popa y otra en la proa, junto el apoyo de un camión grúa.

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También ha sido necesario la utilización de buzos que han sido los encargados de unir el buque siniestrada con las cadenas y cables utilizados para poder realizar la maniobra y unas protecciones para evitar la colisión del barco, de 22 metros de eslora, con la zona de atraque.

La embarcación deberá de ser ahora sometida a un estudio por parte de los profesionales para determinar las causas de este accidente que se cobró dos vidas.