Ha pasado ya más de un año desde que comenzara la pandemia por covid lo que ha provocado un notable incremento en los residuos sanitarios no peligrosos que se generan en su lucha. Sobre todo en lo que respecta al uso de buzos, guantes, mascarillas desechables y asimilables, que ya desde el principio en Galicia son tratados en el Complejo Medioambiental de SOGAMA en Cerceda (A Coruña).

A lo largo de estos meses, y coincidiendo con cada una de las olas epdimeiológicas que se han registrado, el Servicio Galego de Saúde ha venido solicitando a SOGAMA la prestación de este servicio, dando como resultado el tratamiento de 270.000 kilos de este tipo de residuos sanitarios de bajo riesgo, procedentes de los centros adscritos al SERGAS, que han sido transformados en Combustibles Derivados de Residous, o CDR.

Combustibles demandados por industrias como la cementera para sus hornos o las plantas generadoras de electricidad, además de que tienen usos en hornos de cal, calderas industriales como las de pasta de papel, incineradoras con recuperación de energía o en hornos de acero.

Según informa la Consellería de Medio Ambiente, a lo largo de esta tercera ola son ya 140 las toneladas de residuos tratados mediante este procedimiento, que consiste en triturar y acondicionar estos deshechos que no se puedesn reutilizar ni reciclar, para convertirlos en un combustible CDR, valorizado energéticamente en la planta termoeléctrica a más de 850ºC.

Una temperatura que permite eliminar, con las máximas garantías medioambientales, patógenos y otros agentes nocivos, gracias a la puesta en marcha de una planta específica y provisional que funciona de forma independiente a la de los urbanos, con personal específico que se rige por horarios diferentes al resto de trabajadores de la planta de Sogama, disponiendo igualmente de vestuarios y zonas de descanso independientes a fin de minimizar el riesgo de contagios.

Curiosamente, las 140 toneladas tratadas ya a lo largo de esta tercera ola de la pandemia en Galicia superan ya la suma de las dos anteriores, ya que entre ambas suman 134.800 kg de estas características.

De esta forma, y sumando los tres períodos de máximo incidente del coronavirus, Sogama ha eliminado 273.760 kilos de residuos sanitarios de bajo riesgo, evitando su depósito en escombrera; una opción, asegura la propia sociedad pública, menos recomendable y de la que tuvieron que hacer uso aquellas comunidades que no disponen de plantas de valorización energética de alta eficiencia.

Y es que, si bien el Gobierno central contempla como tratamientos para esta fracción de residuos a valorización energética y la escombrera, da preferencia a la primera, toda vez que verter estos residuos supone un riesgo para el medio ambiente y la salud pública de primera magnitud.