Era una demanda de los vecinos de Concheiros y la avenida de Lugo y por fin se puede utilizar. Bajar y subir las empinadas escaleras de la calle Triacastela ya no es un impedimento para salir a la calle. Está inaugurado y en servicio el ascensor que salva ese enorme desnivel.
Quien quiera hacer ejercicio cardiovascular puede seguir utilizando las escaleras laterales, pero si no se puede o no se quiere cansar uno basta con darle al botón y subir y bajar como si se estuviese en un edificio.