Ya hay sentencia del caso Sparrow, una operación que marcó un antes y un después en la lucha contra la pesca ilegal en España.

La Audiencia Nacional mantiene las multas millonarias que le puso en 2016 la Inspección Pesquera a armadores de Ribeira ( A Coruña)  por la utilización de empresas interpuestas en países con legislación opaca para cometer las infracciones.

Según ha podido saber Cope Galicia, pescaban róbalo de profundidad, una especie conocida también como merluza negra que habita en aguas frías y en la región periantártica y que se paga muy bien el algunos mercados asiáticos.

Es un pez de lento crecimiento y que necesita años para reproducirse. Los armadores sancionados utilizaban pabellones de conveniencia y hacían pasar la merluza negra por otras especies de captura permitida.

MULTAS DE MÁS 18 MILLONES DE EUROS

En total la operación Sparrow deja multas de más de 18 millones de euros con algún caso de 3 millones de sanción para un sólo armador, lo que en el sector se considera "ejemplar" para evitar que se repitan ese tipo de conductas

Además la Audiencia Nacional considera acreditado que intentaron entorpecer las labores de inspección. 

Alguno de los episodios roza incluso lo cómico. Así, el 11 de marzo de 2015 los funcionarios se personaron en  la sede social de una de las empresas implicadas y no se les permitió acceder. Mientras esperaban por los agentes vieron por la cristalera "movimientos del personal que se encontraba dentro de la oficina que reptaba por el suelo moviendo y arrastrando cajas llenas de papeles entre los distintos despachos o estancias del local".

Posteriormente los inspectores localizaron tres sacos con papel triturado en el baño de mujeres de esa sede social.