El último punto de paso de los peregrinos en su recorrido hacia la tumba del Apóstol, el Monte do Gozo, mejora desde este lunes con la instalación de una carpa en las inmediaciones de la capilla de San Marcos. En Cope+Santiago hablamos con el padre jesuita Sergio García, que coordina a los voluntarios que reciben a los caminantes en este lugar. Están entre las nueve y las dos de la tarde, que es el período en el que llega más gente en este tramo final de la ruta, con el objetivo de ofrecerle información útil y también acompañamiento cristiano. Lo primero, porque las sucesivas obras se han llevado por delante parte de la señalización... así que es bastante frecuente que los peregrinos se desorienten para llegar a la ciudad y alcanzar la oficina del peregrino. Lo segundo, porque pocos saben que además de la misa de doce, también hay una eucaristía pensada para los peregrinos a las siete y media de la tarde, o que se organizan vigilias y distintas actividades orientadas a la gente que acaba de hacer el camino. El arzobispo, Monseñor Barrio, se acercó este lunes a conocer la labor que se realiza en el punto de acogida en el Monte do Gozo.