Lejos de disfrutar del puente festivo del Pilar, y con la ciudad llena de visitantes y turistas, los agentes de la Policía Local de Santiago de Compostela tuvieron intensas horas de trabajo desde la tarde-noche del lunes, hasta últimas horas de este martes, 12 de octubre.

Según el informe remitido por el ayuntamiento compostelano, las actuaciones relacionadas con jóvenes comenzaban a las 21.25 horas del lunes cuando tenían que acudir hasta las instalaciones del campo de fútbol del Sar a donde dos jóvenes en estado ebrio, habían accedido. Ambos fueron identificados, al igual que otras tres personas que se encontraban en el lugar.

Aunque fue de madrugada donde se concentraron la mayor parte de las actuaciones, desde el control de masas en la calle Curros Enríquez donde se concentraban "entre 500 y 600 personas", según fuentes municipales, en los alrededores de la discoteca situada en esa céntrica calle y donde hubo que solicitar una ambulancia por una intoxicación etílica, hasta dos botellones, en en parque de Belvís y la Plaza de la Constitución, además de acudir a cuatro fiestas en pisos.

Y entre todas estas actuaciones, aguantar los insultos y amenazas de varias personas, alguna de participantes en los citados botellones, como el de Belvís, donde se incoaron dos propuestas de sanción, además de otras tres personas por hechos similares registrados en la plaza de la Pescadería Vella, o en la Alameda, ya en la tarde del martes.

En este último caso, los hechos fueron aún más graves ya que se produjo la agresión contra un agente policial por parte de un individuo que se encontraba vendiendo en un puesto ambulante sin autorización y que, ante la presencia de los agentes, no sólo se negó a identificarse, sino que la emprendió contra uno de ellos.

El"inteso" puente del Pilar para la policía local de Santiago se cerraba a última hora de la tarde del martes cuando de nuevo tuvieron que actuar para disolver la concetración de unos 200 jóvenes en la calle Curros Enríquez.