Agentes de la Guardia Civil requisaron en el aeropuerto de Lavacolla siete piezas fósiles que procedían de Marruecos y que carecían de la pertinente documentación. Además, no habían sido declaradas previamente.

Los agentes de la Guardia Civil solicitaron al propietario de estas piezas la documentación que acreditara la procedencia y que su adquisición había sido legal. El hombre propietario de la maleta alegó que los había comprado en tiendas de varias localidades, durante su viaje a este país.

La Benemérita solicitó, entonces, que presentase las facturas o tiques de dichas compras, documentos que el viajero comentó no poseer.

¿QUÉ PASA SI NO TIENE DOCUMENTACIÓN?

Ante la carencia total de documentación que acreditase su procedencia, ni la declaración aduanera de exportación pertinente o la autorización de la Autoridad competente del reino de Marruecos, la Guardia Civil procedió a la incautación de todas las piezas y a la confección de la correspondiente acta-denuncia por supuesta infracción a la ley de contrabando.

Siempre que se viaje a países extranjeros es importante que todo lo que allí compre tenga factura o recibos que puedan acreditar la legalidad de su adquisición.

POSIBLE DELITO CONTRA EL PATRIMONIO HISTÓRICO

La Benemérita solicitó dictamen a las Autoridades marroquíes sobre los fósiles incautados, toda vez que carecen de la documentación pertinente, por lo que en función de su respuesta, el propietario podría ser investigado como presunto autor de un delito contra el patrimonio histórico. El propietario de la maleta donde estaban estas piezas aseguró que carecía de facturas o tiques de esas compras.

En función de la respuesta de las autoridades marroquíes, el hombre podría enfrentarse a un delito contra el patrimonio histórico.