Cinco meses después de haber sido "pescada" en el río Sar, en las inmediaciones de Conxo, la "Virxe do Sar" sigue bajo el agua, ahora en un tanque en el Museo das Peregrinacións de Santiago. Solo queda en dique seco mientras están trabajando sobre ella y luego, vuelta al baño.

El restaurador de la Dirección Xeral de Patrimonio Francisco Sutil nos contó en el Mediodía de Cope Santiago que el proceso tiene que ser muy lento por la seguridad de la pieza. Por el momento solo ha sido posible retirar la capa más gruesa de líquenes y algas que la cubrían cuando fue localizada por el pescador, semihundida. Sutil asegura que el estado de conservación de la talla es "bastante bueno", sin apenas grietas importantes salvo en la figura del angelote que está en el hombro izquierdo de la imagen, donde sí las heridas en la piedra son más “problemáticas”.Tras la limpieza, la prueba de fuego será el secado, que se hará en una cápsula especial, "controlando en todo momento que los cambios de humedad relativa y la temperatura sean lo más estables posibles y no haya cambios bruscos, para evitar que haya una desplacación sobre todo en la zona del ángel".

Francisco Sutil dice que no es posible saber cuánto tiempo se prolongarán estos trabajos. Otra duda todavía más difícil de resolver es cómo llegó la imagen al lecho del río: este especialista cree que está bastante clara su vinculación con el antiguo Monasterio de Santa María de Conxo, el primer cenobio de monjas en Galicia. "En 1608 se sabe que se otorgó un contrato para una reparación de la fachada de la Iglesia, en la que se constató que el estado era muy ruinoso. Probablemente, todo apunta a que la imagen pudo pertenecer a la fachada de esa iglesia y, o bien la retiraron, o se perdió por cualquier circunstancia", indica.

Está por decidir aún el nuevo emplazamiento que tendrá la imagen cuando todo termine, aunque, seguro, habrá una exposición para mostrala al público.