Lo hacen de manera altruista. Varios días a la semana, una sola jornada, el fin de semana, al mediodía o a la cena. Cada uno cuando puede y según su disponibilidad, pero todos tienen algo en común: ayudar a los más necesitados sin pedir nada a cambio, aportando su trabajo, en muchas ocasiones recibiendo una sonrisa que vale más que cualquier pago en metálico, otras veces incluso escuchando malas contestaciones. Tiene un denominador común que es el de “hacer el bien y no mirar a quien”.

Son los voluntarios de la Cocina Económica de Ferrol, que como todo los años por estas fechas, la directiva que preside Antonio Tostado, ha querido también rendirles un pequeño homenaje, en un acto celebrado este sábado, 16 de noviembre, en las propias instalaciones de la entidad.

De esta forma se han anticipado a la celebración del Día del Voluntario, que se conmemora el 5 de diciembre.

Conjuntamente con los profesionales de la Cocina Económica y de su directiva forman la tercera “pata” que logra que esta institución benéfica centenaria siga funcionando.

La cuarta “pata” son las personas que acuden a diario a dar cuenta del cariño, amor y elaboración con esmero de los menús que en las instalaciones de la calle Rubalcaba se preparan y sirven.

Ojalá que algún día no muy lejano la Cocina Económica de Ferrol se quede sin comensales porque todos ellos tengan asegurada su manutención en sus hogares.

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Pero mientras esto no ocurra, ahí seguirán dando cobijo, almuerzo y cena a los que así se lo reclamen.