La Sociedad Filarmónica Ferrolana organiza el próximo jueves, 28 de marzo, a partir d ellas 20,30 horas, un concierto del Coro y Orquesta Sinfónica de Galicia, bajo la dirección de Dima Slobodeniouk con la participación de Nelson Freire al piano.

En la primera parte del concierto, la Orquesta Sinfónica de Galicia y el Coro de la OSG, interpretarán dos piezas corales para orquesta de Johannes Brahms (1833-1897).

Ambas, Nänie (op. 82) y la Schicksalslied “La canción del destino, op. 54” tienen en común su origen en textos poéticos, Schiller y Hölderlin, respectivamente, que evocan la cultura clásica helenística, el peso inevitable del destino y la resignación ante sus designios.

El origen de “La canción del destino” se remonta a una excursión en 1868 de un grupo de amigos a la playa, en Wilhelmshaven, durante la que se sorprendieron por la pesadumbre que parecía abrumar al compositor que se encontraba muy afectado tras la lectura de la colección de poemas Hyperions Schicksalslied, de Friedrich Hölderlin.

El golpe de inspiración fue tan intenso que, mientras Dietrich y el resto de amigos aprovechaban para darse un baño, Brahms se retiró del grupo para esbozar las líneas maestras de la página, que sin embargo no acabaría hasta tres años más tarde.

El texto del poeta alemán versaba sobre «el contraste entre la humanidad antigua y aquella moderna, la cual parece estar definitivamente abandonada por los dioses». Estrenada en la Sociedad Filarmónica de Kalsruhe en octubre de 1871, contó con Brahms como director de orquesta; llegaría a Viena en el enero siguiente, gozando de gran éxito de público.

• Left6:No existe configuración de publicidad para el slot solicitado

«Incluso la belleza debe morir» [Auch die Schöne muss sterben], comienza la plegaria de Nänie, la diosa griega del lamento funerario. En su texto encontramos de nuevo un viaje al pasado mitológico griego, y ese poso moral de la resignación vital ante la llegada de la muerte, esbozado en la primera estrofa antes mencionada y reiterado casi al final: «los dioses lloran / las diosas también / que la belleza debe marchar / que la perfección debe morir». Desde su estreno en diciembre de 1881 en Zúrich —y pocos días más tarde en Basilea—, Nänie fue uno de los grandes éxitos de Brahms.

SEGUNDA PARTE

En la segunda parte se podrá escuchar el Concierto nº5 para piano y orquesta conocido como “Emperador”. Se considera una de las páginas más emblemáticas del que se ha denominado «estilo heroico» de Beethoven, con sus melodías amplias y expansivas, impregnado además de unas ciertas formas de marcha militar, muy del gusto del momento.

El piano, además, no es tratado como un instrumento subordinado al conjunto orquestal, sino como un igual, que es capaz de imponerse sobre la masa de músicos para exhibir su virtuosa exuberancia.

Por primera vez, el maestro no estaría sentado en la banqueta interpretando su concierto en la velada del estreno, como había hecho con sus cuatro anteriores.

Con los años, el compositor no solo había perdido la capacidad auditiva (aunque todavía estaba lejos de la sordera total), sino que su talento como solista no era ya suficiente para ejecutar sus propias composiciones al gusto del público, un protagonismo que cedió a jóvenes como Carl Czerny quien había sido alumno suyo.