El Museo de la Construcción Naval, que gestiona la Fundación Exponav, está inmerso en un proceso de reordenación de sus salas que permitirá adentrarse, a través de un recorrido cronológico, en la evolución de los barcos desde la carpintería de ribera hasta la actualidad.

El centro está experimentando un repunte en el número de visitas desde el pasado mes de marzo, en que se contabilizaron un total de 376. Durante la Semana Santa, en la que el museo abrió todos los días, se registraron 268, una cifra que si bien está lejos de las habituales empieza a denotar una ligera recuperación.

La museóloga Cristina Vidal Ruzo es la responsable del trabajo de reorganización del contenido, un reto apasionante cuyo objetivo es mejorar la experiencia de la visita y ofrecer completa información sobre cada pieza de las que se muestran. Esta remodelación supone que la planta baja del museo dedicará un amplio espacio de la nave central a la carpintería de ribera, de manera que ya se han trasladado a esta zona algunos barcos de madera que estaban situados en el primer piso y que ahora el visitante podrá contemplar como piezas destacadas de la nueva exposición. Para ello, en los próximos días se acometerán unos pequeños trabajos de pintura y restauración que tienen como objetivo presentarlos en las mejores condiciones. Se mostrarán también herramientas, piezas relaccionadas con las técnicas de construcción y paneles explicativos de todo el proceso de construcción, desde el casco hasta las velas. En la exposición se instalará también un banco de carpintero que en la actualidad se encuentra situado en la parte trasera de la joya del museo, los restos de la fragata Magdalena. Precisamente al pecio de esta embarcación del siglo XVIII, y para darle mayor protagonismo, se le ha sumado una vitrina en la que se encuentran restos de elementos que se retiraron del casco durante el proceso de restauración acometido en el año 2018: conchas, restos del “teredo navalis”, un molusco conocido popularmente como “broma” que causaba importantes estragos en las embarcaciones, pequeños trozos de madera y brea, entre otras cosas. Está previsto que esta muestra se complete con fotografías del pecio.

PRIMERA PLANTA

La primera planta, donde ya se encuentra la muestra dedicada historia de los astilleros ferrolanos y que también reserva un espacio para una exposición permanente de faros y señales marítimas, se centrará así en los siglos XVIII y XIX. El planteamiento para este espacio es que sea diáfano y se incorporarán nuevas piezas como una maqueta del astillero del siglo XVIII a la que el maquetista del museo, Tono Loureiro, está dando los últimos retoques. La Fundación Exponav espera poder mostrar todas estas novedades antes del verano, aunque en buena parte la fecha dependerá de la evolución de la pandemia.