Una estatua en piedra de toelo, encargada por el Ayuntamiento de Moeche, rinde homenaje desde este domingo, 2 de mayo, en San Xurxo, en las proximidades del castillo de la localidad, a Soledad Campos Gil, una cantera de esta localidad que durante años abasteció a los astilleros de la ría con piedra para marcar la chapa.

El homenaje se encuadraba en los actos de 25 de noviembre, pero, igual que otras actividades municipales, tuvo que retrasarse dos veces por causa de la pandemia.

Fue al mediodía cuando se descubrirá una escultura en su honor, obra del artista nedense Carlos García, que ha realizado un trabajo esplendido, además de una placa, con la asistencia de familiares, miembros de la corporación, con su alcaldesa, Beatriz Bascoy (BNG), colectivos sociales y representantes tanto del comité de empresa de Navantia cómo de la firma Caleras de Moeche.

HISTORÍA

Soledad nació en 1901 en Felgosa, en la parroquia de San Xurxo, en el seno de una familia de canteros que trabajaron siempre el toelo.

Ser mujer en una época de roles femeninos muy marcados por la sociedad no fue un impedimento para convertirse en una continuadora más de la tradición familiar, aunque ella se especializó en extraer, cortar y preparar pequeños trozos de serpentinita -una de las rocas que componen el toelo- para vendérselas a los astilleros de la ría, donde se utilizaban como tiza marcadora de las líneas de corte de las chapas y cualquier otra medida que cumpliera hacer visible sobre el acero.

Se mantuvo activa casi hasta su muerte, en 1993, y su figura dejó patente que no hay profesiones “de hombres” ni “de mujeres”, sino trabajos hechos por personas.

Soledad legó también -seguramente sin saberlo ni pretenderlo- un ejemplo inspirador de osadía compartido con muchas otras mujeres de Moeche, a lo que ahora se le quiere rendir el tributo que no se le ofreció en vida.