La Casa de la Cultura de San Sadurniño lleva años necesitando un adecentamiento importante para solucionar los problemas de humedades que empezaron a producirse poco tiempo después de su inauguración, hace casi 30 años.

Ahora el Ayuntamiento destinará 150.000 euros, financiados con cargo al POS + Adicional, para reparar toda la envolvente, cambiar las carpinterías exteriores y sanear los desperfectos que se fueron produciendo en el interior con el paso del tiempo. Además también se aprovechará para dividir el espacio de la antigua cafetería en dos despachos independientes para que puedan ser utilizados por los grupos municipales de la oposición, dándole así responde a una demanda que se expuso nos plenos en varias ocasiones.

El objetivo principal de la obra es eliminar los "severos problemas de humedades" relacionados con las carpinterías y el estado del recubrimiento de la fachada, de los que resultan filtraciones achacables "a la solución constructiva adoptada para la envolvente".

Para acabar con esta situación, el proyecto de obras propone sellar convenientemente la piedra de la fachada, después de limpiarla a conciencia y darle un tratamiento hidrófugo, y también cambiar todas las carpinterías exteriores manteniéndoles la apariencia, pero utilizando cristal y aluminio con rotura de puente térmico.

Dos despachos para los grupos de la oposición

El proyecto también incluye la respuesta a una vieja demanda de los grupos políticos municipales, sobre todo del Partido Popular, que ciclicamente reclamó en pleno que el Ayuntamiento habilitara locales para la oposición en los que trabajar y poder recibir al vecindario.

Si bien los tres grupos tienen a su disposición cualquiera de los espacios municipales -Casa de la Cultura, Casa de la Juventud, etc.- para organizar cualquier evento que consideren oportuno, ahora lo que se hará es preparar dos oficinas fijas para su uso exclusivo, que irán ubicadas en el recinto de la antigua cafetería de la Casa de la Cultura. Para eso se prevén colocar tres tabiques divisorios en la zona central de la estancia, de modo que quedarán dos oficinas de unos 10 m² cada una, con entradas independientes y sin interferir en los accesos ni en las salidas de emergencia del auditorio.