AEGA (Arquivos Entomolóxicos Gallegos)una revista online gratuita en la que tienen cabida trabajos, reseñas y comentarios relacionados con la Entomología en cualquiera de sus aspectos, acaba de publicar un artículo de AdriàMiralles-Núñez (Responsable de Entomología. Servicios Depec. Nena Casas ) ,Carlos Pradera y Juan A. PujolFructuoso sobre los casos detectados de picaduras en personas de las Chinches Asesinas, lo cual tiene una implicación para la salud.

Los redúvidos (Heteroptera: Reduviidae), conocidos como chinches asesinas, componen una de las familias de heterópteros con mayor riqueza de especies.Los redúvidos no hematófagos pueden picar a personas ocasionalmente, del mismo modo que especies de otras familias de heterópteros.La picadura a personas se produce cuando estas se encuentran en zonas donde los redúvidos están en número elevado o bien cuando estos entran en viviendas. En Europa es poco frecuente excepto en Francia que es muy frecuente en habitaciones y que sus picaduras son muy dolorosas. En España, el primer caso de picadura del que se tiene constancia para esta especie fue en Elche, el 16/10/2018, donde una ninfa picó a un niño. Desde entonces, se han podido detectar varios casos de picaduras de Z. renardii en el territorio español.

Cuando una persona sufre una picadura,esta se describe como un pinchazo intenso de dolor agudo que se prolonga minutos después. El dolor desaparece, aunque en algunas personas puede durar horas. Tras la picadura queda un pequeño eritema que desaparece en los siguientes días.La picadura se puede producir a cualquier hora del día tanto en exterior como en interior de viviendas.

Según el artículo, existen varios motivos que podrían indicar que la chinche asesina puede llegar a ser una especie que cause molestias destacables a personas en zonas urbanas en España. En primer lugar, la especie se está volviendo cada vez más frecuente en toda la zona mediterránea, especialmente en zonas urbanas, pero también agrícolas.Se trata de un redúvido generalista que se puede encontrar en gran variedad de hábitats. Además, la especie hiberna en estado adulto, por lo que no es raro encontrarla dentro de edificios en invierno. Todas estas características hacen que esta especie pueda tener mucho más contacto con personas y, como consecuencia, acabe causando más picaduras que otros redúvidos.