La conselleira de Infraestructuras y Movilidad en funciones, Ethel Vázquez, puso en valor el uso de las últimas tecnologías en las inspecciones que viene realizando la Xunta sobre los puentes, viaductos y obras de paso en las carreteras de titularidad autonómica como acciones preventivas esenciales para reforzar su seguridad y garantizar su conservación.

Ethel Vázquez supervisó en la mañana de hoy, viernes 31 de julio, los trabajos de reconocimiento con dron, que se realizaron en el viaducto de la Espariza, en la autovía Ferrol–Vilalba (AG-64) a su paso por As Somozas, donde destacó que la utilización de medios técnicos como el empleado facilitan mucho el trabajo de inspección de los puentes y obras de paso, ya que permite “auscultar a fondo partes del viaducto que de otro modo serían prácticamente inaccesibles”, al mismo tempo que hace posible realizar los controles sin afectar al tráfico.

La titular de Infraestructuras en funciones explicó que la Xunta está realizando controles sobre las estructuras de las carreteras autonómicas de forma periódica, en el marco del Programa de inspecciones de puentes y obras de paso “en el que fuimos pioneros”. En 2019 se puso en marcha el nuevo programa con el que se realizarán más de 1.600 inspecciones en los puentes y obras de paso de las carreteras de titularidad de la Xunta en 5 años, con una inversión de 1,5 millones de euros.

INSPECCIÓN EN EL VIADUCTO DE LA ESPARIZA

El viaducto de la Espariza tiene una longitud aproximada de 450 metros. La estructura fue construida en el año 2005 y se somete a inspecciones periódicas para garantizar su buen estado de conservación.

Concretamente, en la inspección realizada con dron se examinaron los laterales del tablero del viaducto y también las pilas y apoyos. Aunque el resultado de la primera visualización parece indicar que la estructura no presenta problemas significativos en cuanto a su conservación, las imágenes tomadas por el dron sobre los distintos elementos del viaducto, vídeo y fotografías, tarde-noche analizados a fondo para determinar si existe algún tipo de deterioro. En el caso de que sea necesario, se programarán las actuaciones oportunas para garantizar la conservación del puente, reforzar su seguridad, prevenir y poder anticiparse la posibles problemas que pudieran venir. De hecho, durante el reconocimiento realizado en el año 2009 se detectaron deterioros en los acopios de neopreno ubicados entre las vigas y las pilas, que fueron corregidos en una reparación llevada a cabo en 2011.