Este miércoles, 13 de enero, se cumplen 23 años del derrumbe del puente de As Pías por parte del buque de perforación petrolífera “Discoverer Enterprise”, que debido a las condiciones climatológicas rompió las estachas que lo tenían amarrado a uno de los muelles de la antigua Astano, en donde se estaba construyendo, y tras recorrer varios centenares de metros por aguas de la ría acabó empotrándose contra la estructura de hormigón y tirando abajo buena parte de ella.

Fue en las primeras horas del 13 de enero de 1998, durante la noche, sobre la 1,27 horas, cuando los vientos llegaron a superar, contra todo pronóstico, los 165 kilómetros por hora, y el barco, de 254 metros de eslora, inicio su marcha hasta que el puente lo detuvo, eso si, viniéndose abajo y dejando a Ferrol casi aislada por carretera, ya que el único acceso se tenía que hacer por el puente de Xuvia, y sin suministro de agua potable a los municipios de Fene, Ares y Mugardos.

SIN HERIDOS

En este incidente, que tuvo una gran repercusión mediática tanto a nivel nacional como internacional, no se produjeron heridos, ya que en el momento de impactar la plataforma con el puente no circulaba sobre el mismo ningún vehículo, mientras que los operarios de Astano habían sido desalojados minutos antes de que el buque iniciara la marcha, al comprobar como una tras otras se iban rompiendo los cabos que lo sujetaban al muelle.

Horas más tarde, sobre las 17,00 horas de esa misma jornada, coincidiendo con la pleamar, y con la utilización de hasta siete remolcadores, se logró desencallar el buque del lugar en el que había quedado, siendo llevado de nuevo a uno de los muelles de la hoy Navantia Fene, con daños en el casco apenas inapreciables.

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Posteriormente llegó el momento de reponer el suministro de agua potable a los vecinos de los tres ayuntamientos que se quedaron sin ella y tan solo 56 días más tarde la carretera de As Pías volvió a comunicar Ferrol con Fene, pero en esta ocasión en vez de contar con dos carriles, una de ida y otro de vuelta, se inauguró con cuatro carriles, dos en cada sentido.

Durante casi dos meses las molestias a los conductores fueron muy importantes, con largas colas y atascos, pero al final gracias a este accidente se consiguió una mejora en esta infraestructura que de no haber ocurrido esta desgracia tal vez nunca se hubiera realizado.