Recientemente los aficionados blanquinegros celebrábamos el 115º aniversario de la fundación de nuestro equipo. Pero ¿fue ese 14 de Agosto de 1905 la fecha en la que se empezó a jugar al fútbol en Badajoz? La lógica hace pensar que no. Raúl Hernández Ávila descubre en un libro, acompañado de profuso material gráfico, documentos y reproducciones de la prensa de época, los inicios del fútbol en la capital pacense.

EL FÚTBOL, EL DEPORTE SOCIAL

Antes de hablar de la llegada del balompié a tierras extremeñas, el libro nos acerca primero a la génesis del deporte de pelota , un recorrido a lo largo de su prehistoria, su extensión a través de la red económico comercial británica y la definición de sus reglas. Precisamente la facilidad de éstas es lo que señala Hernández como la razón principal de su aceptación en los territorios de ultramar, salvo en los EEUU que en aquella época se encontraba inmersa en una cruenta guerra civil.

El nacimiento de los clubes para dar respuesta a la demanda de fútbol que se iba creando, la implantación a través de los profesores de "gimnasia", la adopción de unos colores representativos dándole además cierto carácter de exaltación localista, el interés de las sociedades privadas, representantes de las distintas capas de la sociedad pacense… todo está documentado con interesantes fotografías y datadas por las distintas publicaciones que a finales del siglo XIX y principios del XX, informaban a los pacenses.

EL LICEO, EL SPORTIVO, LA ACADEMIA…

Pero el estudio continúa resaltando el establecimiento del origen del Club, más o menos histórico, en el 1905 y su convivencia con otros clubes. Hernández se detiene en la proyección del fútbol pacense a toda la región y la formación de la Federación Extremeña. También la inclusión en torneos y campeonatos nacionales y los partidos más significativos con cuyas alineaciones y crónicas podemos ponernos a soñar.

UN LIBRO QUE NOS FALTABA

Raúl Hernandez, tras la recuperación del patrimonio común como es la Historia del Trofeo Ibérico, nos ha dejado toda una joya que ha labrado a través del tiempo, con el paciente trabajo de un orfebre, hasta pulir el diamante de nuestra historia.

Este estudio histórico, insisto una vez más, con material gráfico y documental único, no solo es una sucesión de fechas, eventos y nombres… es la crónica y fotografía de una ciudad, de su gente y de su pueblo. La Intrahistoria de Unamuno en pantalón corto.