La Comunidad de Labradores y Ganaderos de Almendralejo (CLYGAL) solicita a la industria vitivinícola de Extremadura que se pronuncie sobre las informaciones aparecidas estos días en los medios de comunicación, en las que se afirma que “las bodegas extremeñas se han puesto de acuerdo para pagar esta campaña la uva a 0,1442 €/Kg (2 pesetas el kilo)”. Esa aseveración la hacía La Unión Extremadura en una comparecencia de Luis Cortes hace un par de días.

La CLYGAL expone que con esas informaciones se está acusando a la industria vitivinícola extremeña de actuar al margen de la ley por partida doble: en primer lugar, por haber pactado entre las bodegas un precio y, en segundo término, por haber establecido ese precio muy por debajo de los costes de producción, por lo que reitera que las bodegas se pronuncien al respecto, “porque, de lo contrario, se podría interpretar como una complicidad en la comisión de esa doble ilegalidad”.

La Comunidad de Labradores y Ganaderos de Almendralejo quiere aprovechar la ocasión para denunciar la “dejación de funciones” de la Junta de Extremadura y reiterar su exigencia de que oficialice los costes de producción de la uva y de la aceituna, con precios actualizados, “para evitar las ilegalidades y el fraude que se produjo en la pasada campaña, con ventas a pérdidas de las que los agricultores no se recuperarán en varios años”.

Asimismo, llama la atención de la Agencia de Información y Control Alimentario (AICA) para que ejerza sus competencias y vele por el cumplimiento de Ley, impidiendo que se puedan producir ventas por debajo de los costes de producción, para lo que reclama que se intensifiquen las inspecciones desde ya, tanto en las bodegas como en las industrias transformadoras, y también en los puestos de intermediarios de compra-venta de uva y aceituna.

La CLYGAL recomienda a todos los agricultores que no firmen contratos de compra-venta de sus producciones por debajo de los costes de producción.

La Comunidad de Labradores de Almendralejo quiere denunciar, por último, “las cuestionables prácticas de una organización agraria minoritaria en el corazón de la producción vitivinícola extremeña, cuyo único medio es la búsqueda de un protagonismo personal, para alcanzar el fin de seguir viviendo de la mentira, a costa de arruinar a los agricultores, que, con su esfuerzo, trabajo y sacrificio sacan adelante sus producciones”. Una entidad que,” además, se opone a cualquier iniciativa y propuesta de evolución y progreso en el sector agrícola”.

La Comunidad se refiere a La Unión sin citarla.