La situación sanitaria y económica provocada por el COVID no ha sido tampoco indiferente para el mundo de las fallas y las comisiones falleras, que están atravesando una difícil situación después de dos ejercicios sin fiesta grande.
En la jornada de ayer, en junta general extraordinaria, los integrantes de la comisión Falla del Mar de Tavernes Blanques decidieron echar el cierre definitivo a su Casal dada la difícil situación que estaban atravesando en la comisión. Un cierre definitivo que nos deja la primera comisión víctima del COVID en la Comunidad Valenciana. El momento era tan complicado que pese a la ilusión puesta durante el pasado mes de marzo en el que se sumaban con esperanza a la campaña #Tornarem expresando su deseo de mantener viva la llama de la fiesta, las bajas sufridas en el censo de la comisión impedían recaudar el dinero necesario para ni tan siquiera poder hacer frente a los gastos ordinarios. En los buenos momentos llegaron a ser 80 componentes, cuando en la actualidad sólo alcanzan los 25. Todos los intentos, como el lanzamiento de un S.O.S. fallero y el llamamiento a una “apuntà” virtual el mes pasado para sumar nuevos miembros, han resultado ineficaces para conseguir la cantidad mínima de 50 falleros que les permitiera seguir vivos.

Los componentes de esta comisión con 23 años de historia, después de decidir su cierre definitivo solicitan al Ayuntamiento de Tavernes Blanques que en los próximos meses, cuando por fin se pueda celebrar la fiesta fallera, al menos puedan quemar la falla del ejercicio 2020, que aún tienen guardada, para con ello dar por finalizada la historia de esta comisión.

A su vez, esta comisión fallera no dejaba de dar las gracias a todas aquellas personas que han pertenecido a esta comisión, y a todos los proveedores y colaboradores que han estado a su lado durante la vida de la misma y, por supuesto por todo el apoyo recibido en los últimos meses.