Con las fases de desescalada ya en marcha, y ante la inminente recuperación de la actividad en diferentes sectores, comienza la necesidad de establecer protocolos de limpieza y desinfección que garanticen la seguridad tanto de trabajadores como de clientes. Desde el inicio de la pandemia proliferó información diversa respecto a la limpieza, que indicaba como lo más adecuado el uso de lejías, detergentes y alcoholes para desinfectar superficies, sin embargo, esta labor se torna más necesaria ahora que la circulación de personas en comercios se va a multiplicar durante la desescalada.

Muchas son las empresas que están adquiriendo máquinas de ozono para desinfectar con el objeto de tener una garantía adicional a la limpieza convencional. Se ha demostrado que estas máquinas son un buen complemento para la desinfección y, de hecho, su comercialización era generalizada antes de la aparición del Covid-19 para eliminar patógenos por su capacidad en la destrucción de bacterias, virus o toxinas en el ambiente, pero en ningún caso como sustitutivo de otros sistemas de limpieza en superficies, sino como ayuda en combinación con otros desinfectantes.

El ozono se muestra eficaz, por ejemplo, en la desinfección de prendas de ropa y, al ser un gas, allí donde no se puede acceder con otros productos. En cualquier caso, hay que destacar la importancia de seguir las recomendaciones de los fabricantes y distribuidores que siempre recuerdan que no se puede aplicar en presencia de personas o que se debe ventilar adecuadamente el lugar desinfectado antes de su uso. En Valencia empresas como Soltronic dedicadas al sector textil, del calzado o de la automoción está dando soporte a la desinfección de negocios con Generadores de ozono ante la demanda existente.

Con estas premisas llega el momento de certificar si después de aplicar estos métodos de limpieza en nuestro negocio, bien sea cara al público, mayorista o de producción, ha quedado libre de virus con los sistemas utilizados. Ahí entran en juego los famosos test PCR.

En cada negocio se están aplicando los sistemas de limpieza que se creen más adecuados, pero incluso con limpiezas a nivel profesional, se necesita tener la certeza de que están consiguiendo su objetivo. Los test PCR para superficies detectan si queda resto de virus o bacterias en la zona a analizar y si la limpieza es la correcta.

El análisis se centra en zonas clave como son mesas, mostradores, pomos, manivelas, pasamanos, interruptores, utensilios de trabajo, etcétera, y son requeridos en todo tipo de sectores, desde el sanitario como dentistas o fisioterapeutas, a empresas de logística, embalaje, envasado, o las propias empresas de limpieza que desean garantizar su protocolo de actuación.

Los test PCR para superficies detectan si queda resto de virus en la zona a analizar y si la limpieza es la correcta.

Como explica María Escamilla gerente deLaboratorios Gesval, el sistema que utilizan es similar al empleado en personas. Se necesita una torunda estéril o hisopo (similar a un bastoncillo de algodón clásico) que se ha de pasar por la superficie a analizar, intentando recoger con él la mejor muestra posible, deslizándolo en diferentes direcciones. Posteriormente se introduce en un tubo hermético que contiene una solución estabilizadora que es el que se remite al laboratorio para su análisis.

Allí se detecta la presencia de RNA (ácido ribonucleico) con un nivel se sensibilidad máxima que determinará la presencia de cualquier resto de virus en esa superficie.

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A través de estas pruebas las empresas pueden asegurar que sus instalaciones son espacios seguros y que sus protocolos son eficientes tanto para sus trabajadores como para sus clientes.

Mientras llega la posibilidad de que los test humanos sean accesibles para la mayor parte de la población, deberemos garantizarnos, que durante la desescalada, de la mano de nuestro tejido empresarial, se sigue luchando adecuadamente contra el Covid-19.