La consellera de Sanidad, Ana Barceló, ha abogado por mantener la "línea de prudencia" en la desescalada de la pandemia de coronavirus en la Comunitat Valenciana e ir "poco a poco", incluso cuando se levante el estado de alarma el 9 de mayo y decaigan las restricciones limitativas de derechos.
La consellera ha indicado que, cuando finalice el estado de alarma en España el próximo 9 de mayo, decaerán las restricciones relacionadas con la limitación de derechos, como el toque de queda, el número de personas que pueden estar reunidas o el aforo en las celebraciones religiosas, pero la Comunidad Autónoma puede regular otras medidas como aforos o horarios como hace actualmente.
Pero, pese a que se levanten esas restricciones, Barceló ha insistido en que hay que hacer una desescalada "muy prudente", porque la situación de la pandemia es muy variable, y de una semana a otra se pueden disparar los contagios.
Ha destacado que levantar el estado de alarma no supone volver a una situación de "normalidad" ni se producirá tampoco "un vacío" para las restricciones, ya que las comunidades tienes competencias para adoptar medidas y aplicar los acuerdos que adopte el Consejo Interterritorial de Sanidad.
Barceló ha puesto como ejemplo las actividades comerciales, la restauración, la hostelería, el ámbito de la educación o el del transporte, en las que a su juicio hay que mantener "un nivel de alerta en función de la situación epidemiológica".
Barceló ha añadido que, desde que acabe el estado de alarma y hasta que se declare definitivamente acabada la pandemia, hay que pasar a "jugar en otra liga y con otro escenario", en el que además hay que "seguir manteniendo un buen ritmo" de vacunación y una "buena planificación" de los profesionales sanitarios.