Un segundo confinamiento para las personas mayores puede suponer un duro golpe psicológico y más en España, país europeo con mayor esperanza de vida (83,4 años). Además de la alta esperanza de vida hay que añadir que más de cinco millones de personas viven solas y de ellas casi el 50% son mayores de 65 años. Unos datos que sumados a un segundo periodo de aislamiento pueden acentuar el sentimiento de soledad y tristeza.

No todos los mayores tiene soltura con la tecnología

Según el psicólogo Nacho Coller"las posibilidades de angustia, depresión o deterioro cognitivo se ven disparadas". Además la población de riesgo continúa teniendo mucho miedo a la muerte, a la enfermedad.

"Lo que debemos hacer todos es hacer un ejercicio de empatía y saber que hay gente que está sola y lo pasa mal y evidentemente no tienen la soltura con la tecnología que tenemos nosotros".

El acompañamiento psicológico es fundamental también. "Al ser de riesgo igual no podemos sentarnos en una mesa durante dos o tres horas con dicha persona pero sí podemos hacerle una microvisita, dar un paseo al aire libre o acompañarla al supermercado tomando las medidas de seguridad pertinentes", afirma Coller.

Hay que extremar las medidas sanitarias con nuestros mayores. Otro de los ejercicios que nos invita a realizar el psicólogo es actuar con las personas de riesgo como si tuvieranos el coronavirus para disminuir el riesgo de contagios. "Debemos cuidarles lavándonos más las manos, poniéndonos la mascarilla, respetando la distancia física y extremando nuestro buen comportamiento".

DETERIORO COGNITIVO DE LOS MÁS MAYORES

La posibilidad de nuestros abuelos de pasear, bailar o hacer ejercicio, dentro de sus posibilidades, se esfuma en un confinamiento y "el deterioro cognitivo se dispara". Además Coller pone el foco en las personas con Alzheimer, con las que tenemos que tener especial cuidado ya que además de la reclusión pierden los centros de día y muchos apoyos de su día a día.