El Energy Observer es un barco fuera de lo común bajo el lema la odisea del futuro. Su característica más peculiar es que bajo esa capa de aparente catamarán es un auténtico laboratorio flotante que utiliza las energías renovables para recorrer el mundo llevando a cada puerto estas inciativas energéticas y ecológicas que pretenden ser el nuevo futuro. El hidrógeno que consiguen a través del agua del mar, la energía solar y la heólica son algunas de estas energías con las que ya se han recorrido más de 20 mil kilómetros.
La iniciativa que ya cumple dos de los seis años de recorrido ha tenido un coste total de 5 millones de euro, en los que tres de ellos han sido destinados a la investigación y desarrollo.