Este miércoles se estaría celebrando desde las siete de la mañana el tradicional y multitudinario besamanos público a la patrona de Valencia, la Virgen de los Desamparados. En el último año participaron más de 30.000 devotos, que pasaron ante la patrona durante toda la jornada. Pero este año ha tenido que ser suprimido a causa de la pandemia y del estado de alarma, como ha ocurrido con todas las celebraciones que supongan congregaciones multitudinarias de fieles en torno a la fiesta de la Virgen de los Desamparados, como ocurrió con la Misa d'Infants o el tradicional traslado y la solemne procesión.

Eso si, tras la entrada el pasado lunes en la Fase 1 de la desescalada, la Basílica de la Virgen permanece abierta todos los días de 7:30 a 14 y de 16:30 a 21 horas, con misas en las que solo es posible ocupar un tercio del aforo del templo.

Respecto a las medidas establecidas para esta primera fase, la puerta de entrada y salida es la que está al lado de la tienda donde dos voluntarios, Seguidores de la Virgen, controlan el acceso, suministran gel desinfectante e informan a los fieles sobre las normas que deben cumplir, entre ellas, el uso obligatorio de mascarilla y la distancia de seguridad..

Las celebraciones sólo pueden realizarse con un tercio del aforo, es decir, 120 personas sentadas más 20 de pie o en otras zonas, ocupando sólo los sitios indicados, se deben respetar las zonas acotadas y señalizadas y no se permiten visitas turísticas.

Precisamente, la imagen original de la Virgen de los Desamparados luce durante este mes de mayo en su camarín de la Basílica, por primera vez en su historia, un crespón negro como signo de duelo por las personas fallecidas por la pandemia.

Una lámina con la fotografía histórica de la patrona de Valencia con el crespón negro durante el estado de alarma por la pandemia y sellada por la Basílica de la Virgen esta siendo repartida gratuitamente por el periódico diocesano PARAULA en su último número.