El curso escolar ha comenzado en la Comunitat Valenciana con un total de 787.565 alumnos -el 0,35 % menos por el descenso en Infantil y Primaria- y 77.916 docentes, un 2,4 % más que el anterior, 136 obras en marcha en centros escolares y la previsión de que haya 16 nuevos antes de final de curso, según datos de la Conselleria de Educación.

Aunque la vacunación de todo el profesorado y trabajadores de los centros educativos y avanzada la de los estudiantes mayores de 12 años, la vuelta a las clases se presenta este curso con más tranquilidad que el anterior.

Aún así, tanto padres como niños necesitamos un periodo de adaptación a las rutinas y los horarios tras el largo periodo estival, por ello es importante seguir unas pautas que minimicen esa vuelta al cole.

1. Participar en los preparativos. Una buena idea para que vivan ilusionados el comienzo de las clases es hacerles participes de los preparativos de la mochila, el estuche y el material escolar que necesiten.
2. Meriendas divertidas. Sobre todo los primeros días, podemos elegir para sus almuerzos y sus meriendas algunas propuestas “especiales” que sabemos que les gustan mucho y les van a provocar una sonrisa, optando siempre por propuestas saludables que eviten el exceso de azúcares y productos procesados. Muchos niños comen en el colegio a mediodía, pero incluso podemos dejar que sean ellos quienes elijan el menú de la cena.
3. Adaptación progresiva de rutinas y horarios. Al principio no tendrán demasiadas tareas escolares, por lo que pueden aprovechar las buenas temperaturas del final del verano para salir a jugar a la calle con sus amigos y compartir con ellos sus primeras impresiones del comienzo del curso, o bien organizar alguna actividad divertida con ellos en familia si es posible. Del mismo modo, la hora de acostarse, los hábitos de lectura o los tiempos de uso de los dispositivos electrónicos pueden ir adaptándose progresivamente, manteniendo una cierta flexibilidad en los primeros días hasta que todo quede ajustado a las necesidades del día a día y adaptado a su edad.
4. Extraescolares sí, pero poco a poco. Las actividades complementarias que los niños realizan al salir del colegio estimulan su actividad física y el aprendizaje de nuevas destrezas, y son muy positivas y enriquecedoras. Pero en la medida de lo posible, es recomendable evitar el inicio de todas ellas al mismo tiempo que las clases y tal vez retrasarlas a octubre, para que no sea tan brusca la transición entre las libertades del verano y las responsabilidades del curso escolar.
   
5. Madrugones alegres. El momento de levantarse es duro para los niños más dormilones, por ello, inventar alguna rutina divertida que les alivie el madrugón puede ser una forma de comenzar el día con alegría. Por ejemplo, despertarles con alguna canción que les guste, contarles mientras desayunan los planes del día o las cosas interesantes o divertidas que van a hacer en el colegio, jugar al veo-veo, a palabras encadenadas o a construir palabras con las letras de las matrículas de los coches de camino al colegio.