El Ministerio de Asuntos Exteriores de Bélgica ha rebajado en las últimas horas las restricciones de viaje a sus ciudadanos que se desplazan por la Comunitat Valenciana, a los que dejará de requerir cuarentena y PCR a su retorno.

Las provincias de Valencia, Alicante, y Castellón, así como todas las islas del archipiélago canario, pasan a color naranja, en lo que supone la primera relajación de las recomendaciones de viaje hacia España desde que Bélgica incluyera progresivamente a todas las provincias -salvo Tenerife- en su lista roja durante el mes de agosto.

A partir de ahora, los viajes desde Bélgica a la Comunitat Valenciana y las Islas Canarias "son posibles", si bien las autoridades belgas "instan a una vigilancia reforzada" durante el desplazamiento.

Además, para los viajeros procedentes de estas zonas, la cuarentena y test PCR a su regreso a Bélgica deja de ser obligatorios.

En el caso de los viajes hacia el resto de España, el Gobierno belga "desaconseja estrictamente" realizarlos, pero ya no los prohíbe, y mantiene su exigencia de cuarentena y PCR a los recién llegados del resto de provincias españolas.

El anuncio del gobierno belga se produce horas antes de que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, comparezca esta mañana ante el pleno de Les Corts para responder a las preguntas de los grupos parlamentarios sobre las medidas para mejorar la situación económica, sanitaria y social de la Comunitat Valenciana, en relación con la pandemia.

A este pleno se llega también horas después de conocerse que la deuda de la Comunitat Valenciana ha alcanzado su techo histórico, en el segundo trimestre de este año, al haber crecido en 1.816 millones de euros, o sea a un ritmo de 20 millones de euros diarios. Ahora mismo la deuda acumulada de nuestra administración autonómica roza ya los 50.000 millones de euros.