A las 8 de esta mañana se ha reanudado la búsqueda de Marta Calvo, la joven de Estivella de 25 años desaparecida desde el pasado 7 de noviembre, y a las 10,30 de esta mañana el acusado de su muerte, Jorge Ignacio Palma, el delincuente colombiano de 37 años con antecedentes por tráfico de drogas, va a comparecer ante el juzgado de Instrucción e Instancia número 6 de Alzira para que el juez le tome declaración. Palma será conducido en un furgón de la Guardia Civil desde la prisión de Picassent, donde se encuentra en prisión provisional desde el pasado viernes.

Como es sabido, el acusado declaró en un primer momento, cuando se entregó en el cuartel de la Guardia Civil de Carcaixent la madrugada del pasado miércoles, que Marta murió de forma "accidental" tras mantener ambos relaciones sexuales y consumir cocaína. Luego, Jorge Ignacio Palma, según relató en su confesión inicial, habría troceado el cuerpo empleando dos serruchos y ácido, y lo distribuyó en unas diez bolsas de plástico en varios contenedores, algo que siguen poniendo en duda los investigadores.

Dos días después de esa confesión inicial, el acusado se negó a declarar el pasado viernes en el juzgado número 2 de Alzira, en funciones de guardia, cuyo titular dictó en prisión provisional, comunicada y sin fianza.

Ahora el juez titular del Juzgado de Instrucción e Instancia número 6 de Alzira decidirá sobre las siguientes diligencias que deben practicarse tras tomar declaración al sospechoso, entre ellas la reconstrucción de los hechos.

La Guardia Civil, de forma paralela, reanudaba ayer los trabajos de búsqueda del cuerpo de la joven, una fase "lenta y minuciosa" de la investigación en la que realizará controles exhaustivos en las zonas donde podrían estar los restos mortales, según el subdelegado del Gobierno en la CV, Roberto González Cachorro.

Son más de 200 efectivos entre agentes de la Guardia Civil y de la Unidad Militar de Emergencias los que llevan a cabo esta búsqueda que ayer concluyó sin nuevas pistas en los alrededores de la localidad de Manuel y en algunos vertederos a los que van a parar las basuras de los contenedores en las tres localidades donde el descuartizador confeso aseguró haber arrojado las bolsas con los restos del cadáver: Manuel, Carcaixent y Silla.