Las ganas de verano después de unos últimos meses tan complicados están haciendo que queramos acelerar a marchas forzadas las fases de desescalada. Ha sido llegar a la Fase 1 en la que se permiten paseos y acceso a las terrazas de locales de hostelería, y observar como las zonas de playa se han convertido en uno de los lugares favoritos para el reencuentro con amigos y familiares en nuestro esparcimiento después del confinamiento. Está permitido pasear, pero la prohibición de bañarse y tomar el sol no la hemos tomado en serio. Esta posibilidad no llegará hasta la fase 3, si bien las autoridades valencianas tienen previsto solicitar al Gobierno un adelanto de esta opción a la fase 2.

Los ayuntamientos están optando por diferentes opciones que permitan parcelar la arena y separar a los bañistas.

Ante la posibilidad de que pronto se pueda hacer un uso “normal” de nuestras playas, numerosos ayuntamientos están trabajando para adecuar sus playas a la “nueva normalidad veraniega” que obligará a mantener distancias de seguridad entre usuarios y no permitirá las clásicas aglomeraciones en la arena y accesos. Abandonada la idea de paneles separatorios, parece que la opción que gana fuerza es la de marcar zonas de separación en la arena. Así, el Ayuntamiento de Canet d'en Berenguer ya ha probado el sistema con el optimizará el espacio de su playa, creando parcelas de unos 4 metros cuadrados con señalizaciones similares a las que se utilizan en la práctica del voley playa. Además trabaja en la posibilidad de marcar horarios de mañana y tarde, y en una aplicación para el móvil en la que se podrá reservar el espacio antes de llegar a la playa.

Las enormes posibilidades que ofrece la tecnología también han servido para que la propia Generalitat trabaje en la línea de crear una aplicación que informe a tiempo real del grado de ocupación de nuestras playas, al tiempo que facilite la máxima información sobre nuestras costas.

En Gandia, una de las zonas turísticas más concurridas de la Comunitat con una gran afluencia de turismo nacional, su concejalía de Turismo se ha puesto manos a la obra para adecuar el uso de playas cuando la desescalada lo permita. Así han optado por suprimir las duchas y lavapiés para evitar aglomeraciones y la lógica necesidad de tocar cada vez el pulsador para el agua. También modificarán los accesos a través de las pasarelas de madera ordenando cada una en vías de entrada y salida, con el objetivo de evitar cruzarse con bañistas en ambas direcciones que impida mantener la distancia.

En la arena quiere contar con la colaboración de los usuarios, proporcionándoles un “set de playa” formado por 4 piquetas y una cuerda con el que los propios bañistas formen el recuadro en el que instalarse en la zona de playa que elijan. Del mismo modo con el que solemos hacer con nuestras toallas, deberán guardar una distancia adecuada con el resto de personas. Se está barajando la posibilidad de que este set pueda estar identificado con la imagen turística de Gandia para utilizarlo como elemento de “merchandising”. Está por decidir si las primeras unidades de estos separadores se regalarán en el inicio de la campaña estival, poniéndolo después a la venta por un precio simbólico de 2 o 3 euros.

Con tanta información necesaria para el uso y disfrute de sus playas en este verano atípico, Gandia contará, además, con la presencia de “informadores”, en cada entrada a la arena, que ayudarán a los bañistas a conocer todas estas novedades que tienen como objetivo hacer de la playa un lugar libre de contagios.