El Supremo no ha admitido los recursos del gobierno valenciano e incluso le condena a pagar 2 mil euros en costas.
En la práctica, lo que ha hecho el Tribunal Supremo es bendecir las sentencias del tribunal valenciano después de que en aquel momento incluso los jueces fueron diana de las críticas del tripartito en unas polémicas declaraciones de la vicepresidenta Oltra en las que deslizaba que sus señorías se dedicaban a hacer política con sus sentencias.
Desde el PP, este nuevo varapalo del Supremo no es sino la constatación de los anteriores varapalos y el conseller debería dimitir inmediatamente.
Ahora falta por analizar qué efectos podría tener este fallo del alto tribunal en el actual modelo lingüístico. En principio no parace, pero según considera el tribunal valenciano, parte de la normativa derogada se mantiene en la vigente con sus mismos vicios e ilegalidades.