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PANDEMIAS

Un profesor de la UCH CEU propone un modelo para humanizar la muerte en crisis sanitarias como la del Covid

El profesor de Bioética, Emilio García, formula su propuesta para evitar los "déficits humanitarios" detectados en la atención a estos enfermos en sus últimos días de vida

Emilio García, profesor de Bioética

CEU

Redacción DIgital Valencia

Tiempo de lectura: 3'Actualizado 10:41

"Necesitamos medidas que ayuden a re-humanizar la medicina en momentos de crisis sanitaria", señala García Sánchez, que, con este objetivo, ha publicado en 'Cuadernos de Bioética' un modelo basado en una "tríada de actos médicos y éticos irreemplazables" al final de la vida de un enfermo: acompañarle en la muerte, permitirle despedirse de sus familiares y ofrecerle asistencia espiritual si la solicita.
Para este experto, el colapso sanitario "no puede justificar la imposibilidad de aplicar estos principios elementales de humanidad". En su opinión, "la crisis sanitaria y social generada no puede ser vista solo globalmente como una crisis de pura gestión sanitaria, sino, ante todo, como una crisis de personas individuales, fundamentalmente ancianas, que enferman y que necesitan ser atendidas para no morir y para no morir abandonados".
A su juicio, "esta pandemia ha dejado al descubierto déficits humanitarios sobre el modo de atender a los pacientes en sus últimos días: uno de los pilares fundamentales de la humanización de la medicina está en el proceso de morir, en el acompañamiento al enfermo en la fase final de su vida".
El autor recuerda que la "rigidez" inicial de las medidas adoptadas por la alta contagiosidad del coronavirus SARS-CoV-2, unida a la falta de EPI e instalaciones suficientes, "lesionaron una de las bases de la calidad asistencial: procurar que el enfermo no muera nunca solo, sin despedirse de su familia y asistido espiritualmente".
La reacción del Comité de Bioética y de otras instituciones éticas y sanitarias fue "clara" en estos aspectos, según destaca el profesor García Sánchez, pero "no pudo impedir, en el inicio de la pandemia, el sufrimiento generado por el aislamiento en hospitales y residencias de pacientes de Covid-19, y también de personas con otras enfermedades graves, personas con demencia, menores, personas con discapacidad, etc".
Aspectos como la sostenibilidad de recursos y la eficiencia organizativa en los protocolos orientados a salvar el mayor número de vidas posibles son "de enorme importancia", apunta el profesor, que añade que "el ethos que configura la autenticidad de la medicina y la enfermería va más allá, hasta llegar a orientar sus acciones a acompañar, consolar y acoger el sufrimiento del enfermo hasta el final de la vida. En la atención sanitaria hay que cuidar y mirar al enfermo globalmente, en todas sus necesidades y dimensiones".
En este sentido, "poner en el centro al enfermo es una característica compasiva de la atención médica que hubiera reforzado aún más la calidad asistencial en esta crisis sanitaria", afirma el profesor García Sánchez. Por ello, considera que los pacientes que han muerto aislados y sus familias "no han sido las únicas víctimas: la propia humanización de la asistencia sanitaria se ha visto afectada en esta crisis".
Así, al dolor de los fallecidos y de sus familias se ha sumado el de los propios sanitarios, que han sido "víctimas de un impacto emocional sin precedentes", al comprobar la soledad y abandono en los que morían sus pacientes, infectados por el virus o con otras enfermedades terminales, al tiempo que arriesgaban sus propias vidas para cumplir con su imperativo deontológico de no negarles la asistencia por temor al contagio, ha indicado.
En este sentido, el autor destaca la importancia de la formación en cuidados paliativos entre el mayor número posible de profesionales de la sanidad, para abordar situaciones trágicas como las vividas.
"El enemigo a combatir en esta pandemia ha sido un virus, pero no se debería olvidar que el virus está dentro de una persona que es un paciente que sufre", ha recalcado el experto, que subraya que tanto la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) como la Asociación Española de Enfermería de Cuidados Paliativos (AECPAL) han coincidido en que el centro de atención "no puede ser el virus por encima del enfermo infectado".
Por ello, sostiene que los protocolos sanitarios que se diseñen no pueden obviar aspectos como la comunicación, la soledad, la despedida o los rituales. "Morir solo y aislado es tener una muerte deshumanizada. Por ello, también en situaciones de crisis sanitaria, se ha de abordar la atención y cuidado de la persona enferma en todas sus dimensiones", ha reclamado y ha recordado que la despedida "es una forma de duelo anticipado que lo hace menos doloroso".
Por este motivo, el autor plantea la necesidad de procurar EPI suficientes para familiares de los pacientes COVID-19, de tal modo que puedan, no solo asistir a la muerte y despedirse de sus parientes, sino acompañarles durante la enfermedad y añade que la atención espiritual, cuando es solicitada, es un derecho humano, pero también es un cuidado paliativo que recomienda la Asociación Europea de Cuidados Paliativos.

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