Hasta un total de ocho casos están en la mesa de los investigadores del caso Marta Calvo. Se trata de testimonios de mujeres que habrían sido víctimas de Jorge Ignacio P.J., y que practicaron con el autor confeso de la muerte de la joven Marta, encuentros sexuales con el mismo “modus operandi” con el que los investigadores creen que murió la joven. Es decir, lo que se conoce como fiesta blanca y que consiste en practicar sexo introduciendo droga en los genitales.

Según publica hoy Las Provincias, los investigadores del caso de Marta Calvo barajan como hipótesis principal que la joven falleció por una sobredosis de cocaína provocada por Jorge Ignacio P. J., el narcotraficante detenido y encarcelado por el crimen y que determinaría que la muerte de la joven no fue “accidental” sino un homicidio doloso por el “afán egoísta del detenido” por satisfacer sus deseos sexuales.

La Guardia Civil ya ha tomado declaración a un total de siete víctimas quienes todas ellas declaran haber sufrido pérdida de conocimiento, somnolencia y ardor vaginal tras haber mantenido relaciones sexuales con Jorge Ignacio y éste hubiese introducido piedras de cocaína en sus genitales. Además la Guardia Civil también vinculó la muerte de dos mujeres en dos casas de citas que después de haber tenido relaciones con el detenido por la muerte de Marta Calvo, fueron encontradas muertas, si bien es cierto que no se pudo comprobar en aquel momento la relación directa con Jorge Ignacio.

A punto de cumplirse cuatro meses de la desaparición de Marta Calvo  

Mientras, la Guardia Civil prosigue con la búsqueda del cuerpo de la joven valenciana Marta Calvo en el vertedero de Dos Aguas cuando están a punto de cumplirse cuatro meses desde su desaparición el pasado 7 de noviembre en Manuel (Valencia).

La Guardia Civil logró localizar restos en el cuarto de baño del detenido, en su casa de Manuel, pero no pudieron demostrar que correspondieran a Marta Calvo. Era tan escaso el tamaño de los tejidos encontrados y tan grande la degradación provocada por el amoniaco y otros productos desatascadores que empleó el detenido, el narcotraficante colombiano Jorge Ignacio Palma, que los especialistas del laboratorio de criminalística de la Guardia Civil en Madrid reconocieron que no pudieron obtener el material genético mínimo suficiente para poder cotejarlo con el ADN de la madre de la joven.