La pastoral penitenciaria en el interior de la prisión de Picassent “funciona como si fuera una parroquia y cuenta con capellanes, celebraciones eucarísticas, formación religiosa, catequesis y la administración de sacramentos, como Bautismo, Confesión, Comunión y Confirmación”, según Víctor Aguado, responsable del Secretariado Diocesano de Pastoral Penitenciaria del Arzobispado de Valencia.

“Se le puede llamar la ‘parroquia de los invisibles’ porque a las misas del fin de semana, asisten unas 700 personas entre hombres y mujeres, y sin embargo, en este aspecto son invisibles para la sociedad”, señala.

Así, el Centro Penitenciario de Picassent acogió el pasado domingo, por adelantado la celebración de misas en las unidades de Preventivos y Cumplimiento con motivo de la festividad litúrgica de Nuestra Señora de la Merced, y también acogió el bautismo de un interno adulto.

También los religiosos mercedarios celebrarán hoy, día 24, la festividad de su patrona, la Virgen de la Merced, con misas solemnes en la parroquia de Nuestra Señora del Puig de Valencia, y en la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles en el Puig, ambas regidas por la orden.

Así, la parroquia de Nuestra Señora del Puig celebrará una misa solemne a las 20 horas, en la que participarán “funcionarios del ámbito penitenciario, y voluntarios y capellanes de la Pastoral Penitenciaria del Arzobispado”, seguida de un vino de honor.

Igualmente, en la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles del Puig celebrarán la festividad de la Virgen de la Merced, mañana, con una misa solemne en su honor, a las 20 horas, “abierta a la participación de todo el pueblo”, según ha indicado el prior del Monasterio del Puig. Después de la eucaristía, tendrá lugar una comida de hermandad.

Por otra parte, el próximo domingo 29, la falla de la Plaza de la Merced en Valencia realizará una ofrenda floral a la Virgen de la Merced en la Parroquia de Nuestra Señora del Puig.

La orden de la Merced

San Pedro Nolasco fundó en 1218 en Barcelona la orden de los frailes mercedarios con el fin de redimir a los cristianos cautivos en las tierras musulmanas. Siguiendo este carisma religioso, en 1238 el santo se unió al rey Jaime I en la conquista de Valencia.

Un año antes de la conquista de Valencia, San Pedro Nolasco descubrió en un montículo la imagen de la patrona de esta localidad y de la Comunidad Valenciana, Santa María de los Ángeles de El Puig. Al conocer el hallazgo, Jaime I ordenó construir en honor de la Virgen del Puig el monasterio que hoy se levanta en el lugar que entregó luego a San Pedro Nolasco y sus frailes mercedarios, y donde fue entronizada la imagen de Santa María de los Ángeles de El Puig.