El sector citrícola se moviliza ante los "graves perjuicios" causados por las importaciones de cítricos de países de fuera de la UE, Sudáfrica, Egipto y Turquía principalmente, que se une a los "bajos precios" en origen que están percibiendo los productores, el "incumplimiento de los contratos" en origen por parte de la distribución, la excesiva atomización del sector y una cosecha de siete millones de toneladas que complica aún más la situación.

La protesta forma parte de una serie de movilizaciones en las zonas productoras para denunciar los precios de ruina que perciben los agricultores y reclamar a las distintas administraciones soluciones que palíen esta dura situación.