Tras las fuertes inundaciones y daños sufridos por Benicàssim y la zona de la Plana Baixa en los últimos días, las precipitaciones se siguieron cebando con la provincia, en este caso en el norte, con Vinaròs como la más perjudicada.

En este caso, la crecida de barrancos en la costa norte de la localidad del Baix Maestrat, como es el caso del Triador, fue el principal problema en la tarde-noche de este miércoles.

Así, la crecida de estos cauces provocó cortes de tráfico tanto viario como ferroviario así como importantes daños materiales. Varias viviendas fueron anegadas mientras que un vehículo acabó dentro del mar. En total, se contabilizaron desde el Consorcio Provincial de Bomberos unos 20 rescates.

Tras esta fuerte tromba, los trabajos fueron casi instantáneos para tratar de recuperar la normalidad. Así, hasta la noche no se pudo volver a abrir carreteras como la Nacional 238 o la antigua Nacional 340, mientras que hoy sigue los trabajos para tratar de reabrir los últimos caminos rurales que siguen clausurados.

Junto a esta labor de limpieza y desescombro, desde el consistorio ya se está haciendo un primer balance de daños, que pinta negativo. Y es que tal como ha explicado en COPE el alcalde de Vinaròs, Guillem Alsina, toda la zona del barranco del Triador ha sido arrasada, contando la canalización de agua potable, a lo que hay que sumar daños en caminos rurales, donde el asfalto ha desaparecido literalmente.

Por ello, Alsina ya ha abierto la puerta a solicitar ayudas a la Generalitat.

Desde hoy el tiempo parece dar una tregua tras una semana donde por ejemplo los bomberos provinciales han tenido que actuar en más de 125 servicios en varios puntos de la costa castellonense y han tenido que rescatar a unas 30 personas.