El portavoz adjunto del Partido Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Sergio Toledo, alerta de que al gobierno de Amparo Marco no le basta con el dinero de las multas, que recauda mediante el sistema de cámaras de control de acceso al centro, a razón de 80 euros cada una y, ahora, “instala radares dentro de la ciudad para seguir haciendo caja, lo que evidencia que el afán recaudatorio de Amparo Marco es inagotable”. “Después del caos en las rondas de circunvalación por los semáforos que el concejal de movilidad ha instalado y que colapsan a diario el tramo comprendido entre la Cámara de Comercio, la Avenida del Mar y el colegio británico en la ronda ESTE, ahora instalan radares dentro de la ciudad”, explica.

El portavoz Popular adjunto insta al gobierno municipal a atender las necesidades de los castellonenses en lugar de freírlos a multas. “Ayudar es bajar impuestos, como no han hecho pese a que les presentamos un plan de rebaja fiscal con un ahorro de 9,7 millones de euros en impuestos a los castellonenses”, insiste.

“Los 100.000 euros que ha costado el radar que acaba de adquirir el equipo de gobierno para controlar el tráfico dentro de la ciudad -cuando la Policía Local ya vela por el cumplimiento de la normativa de tráfico-, hubieran sido de gran ayuda para miles de familias que no llegan a fin de mes, para los 13.000 parados que sigue habiendo en la ciudad o para las pymes y autónomos especialmente castigados por esta crisis económica”, añade Toledo.

“PSOE, Compromís y Podemos al frente del Ayuntamiento siguen activando mecanismos con los que pretenden recaudar dinero a toda costa mientras su gestión deja mucho que desear”, denuncia. Con las cifras oficiales de la ejecución presupuestaria correspondiente al año pasado, de un presupuesto de 234 millones en 2021 se quedaron en el cajón 56 millones de euros, es decir, “dinero que salió del bolsillo de los vecinos de Castellón a base de pagar elevados impuestos que no retornó a ellos en forma de servicios ni inversiones. Esto es, más de un millón de euros perdido cada semana por la falta de gestión de un gobierno que recauda mucho pero hace muy poco”.

Cabe recordar que desde el 10 de enero las cámaras del centro ya multan a los vehículos no autorizados, con sanciones de 80 euros “después de haber eliminado el anterior sistema de bolardos que cumplía con la mima función, controlar la afluencia de vehículos al centro, con la gran diferencia de que no multaban”, recuerda Sergio Toledo. El tiempo que estuvieron estas cámaras operativas por primera vez en periodo de pruebas, en dos meses comportaron 16.400 multas y 3,2 millones de euros en sanciones.

“Un sistema, meramente recaudatorio, que en lugar de atraer clientes al comercio local, cuando tanta falta les hace para sobreponerse a las pérdidas económicas ocasionadas por la pandemia, les ahuyenta. Ante el riesgo de ser multados, optan directamente por no venir al centro a comprar, mientras el corazón de la ciudad se muere”, insiste.

Sergio Toledo lamenta la “nula empatía y lo alejado que está el equipo de gobierno al no pisar la calle, de las familias castellonenses que están necesitados de ayudas para poder pagar sus facturas y que, lejos de encontrar amparo en su administración más cercana, que es el Ayuntamiento, éste no está a la altura de las circunstancias”.

“El equipo de gobierno no está por la defensa del interés general de los castellonenses, sino por sus propios intereses, están por garantizarse seguir cobrando sus elevados sueldos después de subírselos un 50% en la pasada legislatura y no tocarlos ni siquiera en pandemia, y están en sacar adelante, rodillo en mano, proyectos que nadie quiere y nadie pide, como la reforma de la plaza de la Paz, donde van a destinar casi 900.000 euros o la reforma de la Avenida de Lidón, que va a costar 3,3 millones de euros para acabar restringiendo al tráfico la avenida, que hoy por hoy es una vía principal de acceso al centro de la ciudad”, concluye.