A falta de dos días para expirar el plazo de alegaciones contra el expediente relativo a la retirada de la cruz del Parque Ribalta, Javier Torres en representación de la plataforma Defensa de la cruz del Ribalta, presentó un recurso a favor de la permanencia de la cruz en su emplazamiento actual. Sus alegaciones se suman a las presentadas el pasado martes por la asociación Abogados Cristianos.

En las alegaciones presentadas, en primer lugar, hace referencia al carácter religioso del monumento donde en el acta de constitución de la cruz, en su apartado tercero, manifiesta el carácter religioso del mismo al ordenar: “bendecir solemnemente el expresado monumento día veintinueve del próximo mes de octubre (…) en conmemoración de cuantos sufrieron martirio por la Causa de Dios y de España.”

Posteriormente, destaca uno de los argumentos principales de los defensores de la cruz y es el referido al acuerdo de 1979 donde el Partido Comunista, el PSPV-PSOE y la UCD aprobaron con una amplia mayoría despojar toda la simbología política existente en el monumento y resignificar el mismo, pasándolo a dedicar a todas las víctimas de la violencia. En palabras del portavoz de la plataforma “a raíz de la resignificación del monumento, la cruz acata perfectamente la Ley de Memoria Histórica.”

Por otra parte, mientras el informe de la Dirección General de Reformas Democráticas afirma que si el monumento fuese lugar de “manifestaciones y concentraciones de exaltación franquista” estaría justificada la retirada de la cruz, Torres niega que este tipo de actos se haya dado en las inmediaciones del monumento y afirma que en la Subdelegación del Gobierno no consta registrado ningún permiso a manifestaciones o concentraciones de esta índole.

Finalmente, en las alegaciones se lamenta “que no se hayan tenido en cuenta las 17.000 firmas presentadas en mayo de 2017” en defensa de la cruz y acusa la “nula predisposición al diálogo por parte del equipo de gobierno.”