Almassora ha celebrado este mediodía un minuto de silencio a puertas del ayuntamiento para condenar el presunto asesinato de la bebé de 10 meses que fallecía ayer en el Hospital General por las graves secuelas que le dejaba la agresión, supuestamente a manos de su padre.

Él ha ingresado en prisión y la madre se encuentra internada en un centro de menores.

Los servicios sociales llevaban desde que la pequeña tenía 2 meses realizando visitas e inspecciones debido al expediente sobre presuntos malos tratos que había abierto.

La corporación municipal de Almassora, la plantilla del consistorio y vecindario de la localidad han guardado este mediodía un minuto de silencio para condenar la muerte violenta del bebé de 10 meses, presuntamente a manos de su padre, ayer. La alcaldesa, Merche Galí, ha decretado tres días de luto por la agresión mortal y desde este martes las banderas ondean a media asta a las puertas del edificio consistorial.

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Este matí, el personal del #CSAlmassora s'afegit al minut de silenci convocat per @ajalmassora per a condemnar la mort violenta d'un menor, de 10 mesos, pressumptament a mans dels seus progenitors. #almassorapic.twitter.com/QJkWYZPqMi

— GVA Dep Salut CS (@GVAdepsalutcs) September 16, 2020

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La primera edil ha trasladado su pésame a la familia y su apoyo al departamento de Servicios Sociales que hacía un seguimiento del caso desde el pasado mes de febrero. “Desde el primer momento colaboramos con Guardia Civil para remitir todos los informes y el resultado de las 15 visitas de los técnicos al domicilio y las llamadas periódicas a la familia para asegurarnos de que crecía en un entorno seguro”, ha detallado la alcaldesa. “Incluso durante el confinamiento se produjo ese seguimiento acordado con la familia y con el visto bueno de la Conselleria de Bienestar Social, un protocolo que nunca hizo prever este desenlace tan triste”, según Galí.

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Esta parte ha recordado que “en ningún momento” durante el seguimiento del plan de intervención los servicios sociales recibieron partes médicos que alertaran de agresiones “ni nada en el entorno advirtió de que el menor estuviera desatendido o en riesgo, al contrario, las visitas periódicas a la vivienda familiar confirmaron que la casa reunía las condiciones de habitabilidad oportunas y el bebé estaba sano”.