Las restricciones impuestas esta semana en la Comunidad Valenciana y que adelantan a las 12 y media de la noche el cierre de la hostelería, así como el toque de queda, por ahora solo en Benicàssim, llevan a una situación límite a los establecimientos hosteleros y turísticos.

En declaraciones a COPE, el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Castellón, Carlos Escorihuela, advierte de las graves consecuencias que va a tener para miles de personas las limitaciones a las que ha abocado el Consell con sus medidas.

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"Es un desastre. Una cosa increible de daño económico" y ha lamentado que "nosotros, creemos, que no somos los culpables de esta pandemia; estamos convencidos de que estos índices de contagios no se producen en nuestros establecimientos" y aboga por luchar para erradicar botellones. "La solución pasa por otras medidas".

Ya lo venían advirtiendo alcaldes como los de Benicàssim y Peñíscola en COPE y lo corrobora el presidente de Ashotur. Los índices de cancelación de reservas están situándose en niveles muy altos y lo que hasta hace dos o tres semanas eran expectativas positivas por el alto número de reservas, ahora se ha convertido en un jarro de agua fría que ha dejado temblando a un sector muy castigado en último año por las restricciones.

"Se ha paralizado el nivel de reservas e incluso está habiendo mucha anulación; índices de anulación muy importantes y muchas solicitudes de información sobre qué está ocurriendo y si ésto es tan alarmante".

Toda esta situación no hace más que temer que sea un golpe definitivo hacia el sector turístico y hostelero del que tenga difícil recuperarse. Carlos Escorihuela, presidente de Ashotur, muestra que en caso de continuar las restricciones o incluso extenderse al mes de agosto, "sería la puntilla, puesto que la gente cuando está en sus casas pensando en las vacaciones, empieza a tener miedo y elige destinos con menos restricciones o se quedan en casa".

Para el representante de Ashotur, "el sector está desanimado porque había unas perspectivas halagüeñas. Era todo muy optimista y de repente llega principio de esta semana, empieza a hablarse de la quinta ola y, automáticamente, todo nuestro gozo en un pozo".