Hace un mes lograba darse por extinguido el incendio forestal en Azuébar que quemó 420 hectáreas y que estuvo a punto de arrasar el parque natural de la Sierra de Espadán. Mes y medio después de que se iniciara el fuego, algunos brotes empiezan a surgir de entre las cenizas gracias a las lluvias moderadas del final del verano y tanto el ayuntamiento, como la Diputación y la Generalitat han unido sus fuerzas para coordinar los trabajos de recuperación.

La alcaldesa de Azuébar, Jéssica Miravete, explica que "la semana pasada tuvimos la mesa concertación postincendio y pusimos sobre la mesa cuáles eran las demandas y se hablaron de proyectos y soluciones que se van a llevar a cabo para recuperar el territorio".

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El área afectada fue declarada por el Gobierno como Zona Catastrófica, aunque como todos los anuncios del Gobierno hay que leer la letra pequeña. Pues bien, resulta que el ejecutivo que preside Pedro Sánchez concederá un máximo del 50% de ayudas a Azuébar. Lo denuncia en COPE la alcaldesa quien señala que "las ayudas que pedimos al Gobierno van a ser mucho más complicadas porque se nos ha respondido desde el Ministerio que las ayudas que se soliciten podrán estar subvencionadas en hasta en 50%, lo que dificulta tomar acciones a los ayuntamientos pequeños que tenemos un presupuesto muy reducido".

Esto implica a otros municipios que también han pedido la declaración de Zona Afectada Gravemente por una Emergencia de Protección Civil como son Càlig, Vinaròs y Benicàssim tras las fuertes lluvias que produjeron inundaciones y que deberán estar vigilantes ante las ayudas que puedan solicitar al Gobierno de España.