La Generalitat solicitará la ampliación del toque de queda a otras 11 poblaciones de la provincia al Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat, una decisión que en caso de salir adelante supondría la restricción a la movilidad entre la 1 y las 6 de la madrugada a Benicàssim (que se mantendría), Alcalà de Xivert, Almenara, Burriana, Borriol, Onda, Oropesa del Mar, Peñíscola, Torreblanca, Vila-real y Vinaròs.

En total son 77 municipios en toda la Comunitat, que afecta a 2,5 millones de habitantes, o lo que es lo mismo la mitad de la población de la comunidad tal como apunta el president Ximo Puig.

Sorprende en el caso provincial la ausencia en la lista de localidades que también superan los 250 puntos de incidencia acumulada como es el caso de Benicarló, Vall d'Uixó, Almassora, L'Alcora o la propia capital. Ello es debido, según la consellera de Sanidad, Ana Barceló, a que se tienen en cuenta otros criterios además este valor.

Junto a esta decisión, la Generalitat pedirá al TSJ mantener las medidas aprobadas hace 10 días, así como renovar la limitación de reuniones sociales a máximo de 10 personas en cualquier espacio, así como incluir 3 excepciones nuevas, como son la reducción del aforo al 50% en espectáculos y celebraciones en interiores, también en cuanto al público en competiciones deportivas (en ambos casos, con un máximo de 1.500 personas) así como reducir también al 50% el aforo en piscinas recreativas.

Todas estas medidas, siempre que las acate la justicia, se pondrán en marcha el domingo por la noche y se ha solicitado que estén vigentes hasta el 16 de agosto.

Llegada de más vacunas

Por otra parte, Puig ha anunciado que durante el mes de agosto aumentará de manera considerable el número de dosis de la vacuna que llegarán a la Comunitat, doblándose la cifra inicialmente planteada a las 441 mil dosis, gracias al cálculo actualizado respecto a la demografía y al superávit por la vacunación de desplazados. Esta cifra supondrá doblar la recepción respecto a la primera estimación presentada por el ministerio.

Para finalizar, Puig ha pedido responsabilidad y prudencia de cara a hacer frente a esta quinta ola, ya que ha recordado que, pese que la cifra de hospitalizados no alcanza los peores datos, sí se observa que la mayoría de las personas graves son de la franja de edad de entre 35 y 50 años.